domingo, 20 de febrero de 2011

¿"Revolución naranja" en Argel?


Nota: la siguiente editorial de Louisa Hanoune, secretaria general del Partido de los Trabajadores de Argelia, fue publicada  el de 10 de febrero 2011,  en Fraternité, el periódico del Partido de los Trabajadores  de Argelia.
Mientras en Túnez se enfrentan por un lado a una minoría que representa a los defensores del antiguo régimen lacayo del imperialismo, del  lado opuesto están los partidarios de la revolución, la abrumadora mayoría del pueblo, la insurrección popular y joven que estalló el 25 de enero 2011, en Egipto ha evolucionado en un verdadero proceso revolucionario, cuando la clase obrera organizada en sus sindicatos de rama ha ocupado el terreno sobre la base de sus propias reivindicaciones, mientras la búsqueda de una salida revolucionaria, en ruptura con el régimen de Mubarak, empieza a dibujar los  perfiles  de una Asamblea Constituyente soberana.


Si en Túnez  las organizaciones que se reclaman de los trabajadores y de la nación, empezando por la UGTT, preparan activamente la convocatoria de un congreso nacional en defensa de la revolución con intensas luchas obreras y juveniles como telón de fondo, el  proceso revolucionario en Egipto aún busca una dirección.

Y es por eso que las ilusiones sobre las fuerzas armadas han pesado fuertemente sobre el proceso.  Las fuerzas armadas egipcias, columna vertebral del régimen vigente financiado por el gobierno estadounidense en el marco de su ayuda exterior, se definieron claramente hasta  el 10 de febrero del lado de Mubarak que se negaba  a salir, es decir, en el campo imperialista cuyo jefe Obama multiplica las ordenes hacia de Egipto. Por tanto, las fuerzas armadas significaron el rechazo a la aspiración profunda del pueblo egipcio, resumida por un manifestante en "Vete Mubarak, para que podemos abrir una nueva era, decidir nuestra suerte".

Entonces, frente a la determinación del pueblo egipcio para hacer caer al régimen y aprovechando las llamadas dirigidas a las fuerzas armadas para que se unan al campo de la revolución, Mubarak hizo el anuncio de su retirada del poder, que tuvo la precaución de confiar a las fuerzas armadas.

Aunque sea justificada la alegría del pueblo egipcio subsiguiente  a la exitosa expulsión del tirano que le ha humillado durante 30 años en beneficio de una capa mafiosa y del imperialismo, no cabe duda que el porvenir sea muy incierto. Ya que no solo permanece todavía el régimen de Mubarak, sino que son estas fuerzas armadas que actúan a favor de la entidad sionista gracias a sus vínculos con el imperialismo US, las que han anunciado que respetaran todos los compromisos regionales (camp David) e internacionales (especialmente  el plan de ajuste estructural).  Además, un poder militar es precisamente lo contrario de la aspiración profunda a la democracia del pueblo egipcio. Por último, hay que recordar que el gobierno US  ha sugerido desde el principio  de la insurrección popular que el jefe del estado mayor sustituyera a Mubarak. Sin embargo, el pueblo egipcio fortalecido por su victoria puede encontrar los recursos necesarios para recuperar la iniciativa política e imponer su soberanía, definiendo la forma y el contenido de las instituciones civiles capaces de  encarnarlo.

Es precisamente ahora,  cuando se juega el destino de Egipto cuya revolución ha hecho tambalear el orden imperialista, que unos aprendices de brujo y aventureros de cualquier tipo, amigos del imperialismo, empiezan a moverse en nuestro país bajo la cobertura del "cambio democrático".

La marcha del 12 de febrero en Argel  precedida por las delegaciones del RCD a las embajadas de USA,  Francia y de la UE, para pedirles que presionen sobre "el régimen de Argelia", se parecen a una tentativa de importar una revolución naranja, es decir, cocinada y financiada por los centros imperialistas.

Al contrario que en el caso de los pueblos tunecino y egipcio que han rechazado las injerencias exteriores, el reagrupamiento que ha llamado a manifestar el 12 de febrero en Argel se parece tremendamente al movimiento del 14 de marzo de Saad Hariri en el Líbano, guiado por David Welch, el responsable US  que forma parte del NMO-US (Nuevo Medio Oriente).

Obviamente, y como es el caso de todos los movimientos al servicio del imperialismo que se cubren con "reivindicaciones democráticas", desconectadas de las aspiraciones sociales y sobre todo de las referencias a la soberanía nacional, la  "Coordinación nacional para el cambio democrático"  trata de jugar con el descontento social, real después de todo, para seguir y desviarlo al servicio del imperialismo. Pues, no es sorprendente que las decisiones del Consejo de Ministros, insuficientes en efecto, pero con pasos importantes en el ámbito de las libertades, el empleo y el poder adquisitivo (leer informe de actividades del Partido), son calificadas de "maniobras" por el RCD.

De hecho, las soluciones nacionales contradicen sus planes, a sabiendas de que su presidente no dudó en suplicar al gobierno US para reanudar en Argelia lo que hizo en Afganistán,  para establecer la "democracia" (sic!), pero también lo que han hecho en Irak hasta la ejecución de Saddam, comparando las autoridades argelinas al "clan Tikritis".

Y no es una coincidencia que esta agitación coincide con la última nota del Fondo Monetario Internacional (5 de febrero) que llama a detener el aumento de los salarios de la administración pública y todos los gastos públicos. Y especifica que "el clima de inversión para los operadores extranjeros" no es atractivo porque "el gobierno tomó en 2008 una serie de medidas no incitativas". Todo el mundo lo va a entender, estas son las LFC 2009 y 2010 y el plan de apoyo a la recuperación económica que inyecta 250 mil millones de DA para la inversión pública en la industria, la agricultura, la mejora de los salarios y pensiones y las infraestructuras básicas. ¿Es necesario recordar que el RCD ha votado en contra de todas estas decisiones?

De hecho una de las "personalidades" que se unieron a la marcha, es Ahmed Benbitour, el ex Jefe de Gobierno, consultor del FMI y del Banco Mundial!

Entonces, teniendo en cuenta lo que está en juego en el fondo  de la maniobra del RCD, la decisión del gobierno de mantener la prohibición de las marchas en la capital, que se remonta a junio de 2001, es una decisión que los acontecimientos en el país vuelven inexplicable y totalmente anacrónica, es una fuente de confusión adicional y perjudica a los intereses de la nación porque la expone a las presiones externas. Por lo tanto, el Comité Central del Partido de los Trabajadores, al final de su segunda sesión celebrada el 29 y el 30 de enero, reafirma que el verdadero cambio democrátic que restablezca la revolución argelina, pasa por la convocatoria de elecciones  libres y democráticas, y de una Asamblea Constituyente integrada por diputados controlables y revocables.

Una verdadero congreso nacional, una emanación del pueblo, que nombra a un gobierno responsable ante él, redacta una Constitución conforme a la voluntad del pueblo, a la democracia, a las aspiraciones de los trabajadores, la juventud, los peones del campo, los jubilados, establece la separación de los poderes, la independencia de la justicia y todos los atributos de la soberanía nacional. Esta asamblea,  fuerte gracias a la confianza del pueblo, tendrá la fuerza para elaborar una verdadera reforma económica creadora de verdaderos empleos y de riquezas, garante del porvenir de las generaciones futuras, lo que implica la ruptura neta con la Unión Europea, la cancelación de las concesiones a la OMC, la restauración de la plena soberanía económica, confirmando y profundizando las conquistas registradas en las LFC de 2009 y 2010, y las inversiones públicas. Ella tendrá la fuerza para declarar la expropiación de las fortunas mal adquiridas, sentando las bases para una verdadera lucha contra la corrupción y la mala gestión, la renacionalización de los complejos y EPR vendidos, comenzando con el complejo de El Hayar y la ENGI, la derogación de todas las leyes malvadas derivadas del PAS, como el acuerdo con la Unión Europea y los requisitos de la OMC, realizando una reforma agraria genuina, y declarando que «la paz restaurada, debería allanar el camino al advenimiento de la democracia verdadera!»

El Comité Central llama a la intensificación de la campaña de firmas en torno a la carta al Presidente de la República para fortalecer la movilización en nuestro país, como parte de la soberanía nacional, para satisfacer las reivindicaciones sociales de los trabajadores, la juventud, los pensionistas, los  discapacitados, especialmente el empleo y el poder adquisitivo incluyendo una indemnización por desempleo de 50% del SMIG, por el levantamiento de las restricciones al ejercicio de las libertades democráticas, la abertura del debate en los grandes medios de comunicacion, para acabar con las instituciones heredadas del sistema del partido único y de la tragedia nacional, por la devolución de la palabra al pueblo, para que sea él quien defina la reforma política capaz de establecer una verdadera democracia, que le permita elegir a sus  verdaderos representantes en las asambleas electas en elecciones anticipadas, libres y democráticas, consagrando una clara separación entre los negocios y la política, y el respeto del mandato.

En esta perspectiva, el Comité Central insta a los activistas, miembros y simpatizantes para formar comités populares entre los firmantes de la carta al Presidente de la Republica, los trabajadores, sindicalistas y los jóvenes, a través de la libre discusión, registrar sus reclamos, ampliar la movilización para su implementación a través de soluciones nacionales, argelinas .

 Louisa Hanoune

10 de febrero 2011

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