martes, 8 de marzo de 2011

Contribución a la discusión de la OPN de los Trabajadores y el pueblo. Sobre las Corrientes de Opinión





Convocatoria a la OPN y textos a discusion aqui

Los que nos reunimos y damos nuestra adhesión a la propuesta de constituir la OPN, adquirimos un gran compromiso y responsabilidad con la clase trabajadora y la juventud.

Todos los participantes, estamos por avanzar en la formación de “una fuerza política de naturaleza partidaria que luche por sacar del gobierno y el poder a los neoliberales, a la oligarquía mexicana y sus socios imperialistas, causantes de la violencia, el desempleo, la pobreza, la antidemocracia y la destrucción de la soberanía nacional que sufrimos la mayoría de los mexicanos”.

Esta tarea de gran magnitud, histórica y urgente, pretende dotar a los explotados y oprimidos del instrumento político de su liberación avanzar en la resolución del problema que bien marcó José Revueltas: el problema de la organización política del proletariado mexicano.

Pensamos que el instrumento político que estamos creando entre todos, tiene como base los principios de la democracia política que a su vez se basa en que existen intereses sociales antagónicos entre las clases sociales. Los sindicatos y los partidos expresan el reconocimiento de la lucha de clases. Los dueños del capital tienen sus partidos, nosotros, los trabajadores, necesitamos el nuestro. Son ellos o somos nosotros.

En esta tarea, la democracia interna es una cuestión vital. Los trabajadores necesitan de la democracia para organizar y controlar su movimiento. Los trabajadores mexicanos están cansados del autoritarismo, la falta de democracia, las corruptelas y las traiciones de los partidos institucionales y de ciertas direcciones sindicales. Por eso, la cuestión de la democracia y de la independencia de clase es una cuestión central en la construcción de una organización que represente los intereses de la clase trabajadora y de toda la población explotada.

¿Cómo podemos expresar en la OPN que estamos creando el ejercicio de la democracia?


Creemos que en el hecho de reconocer el mandato. Demos pasos para que el mandato sea el principio dirigente que guíe la actividad y el funcionamiento de la fuerza política que estamos construyendo entre todos. El mandato, es decir, la elaboración del mandato, el control del mandato y la revocabilidad por los mandantes de aquellos mandatados que no respeten el mandato en su caso. El mandato de los trabajadores es imperativo: instrucciones precisas de los trabajadores a sus representantes, control de la conducta de los representantes por los trabajadores y revocación del mandato por decisión de los trabajadores en cualquier momento.

La libertad de pensamiento y de discusión será indispensable para preservar la democracia y la organización.

La iniciativa de construir una ONP está reuniendo a militantes sindicales y políticos de diferentes orígenes que consideran que es una necesidad urgente construir una representación para y de la clase trabajadora. Por eso, las relaciones de las diferentes organizaciones que se agregan deben ser relaciones de transparencia y de igualdad política.

En el documento base se señala: “La integración de organizaciones de la izquierda revolucionaria no desnaturaliza el perfil de movimiento político basado preferentemente en organizaciones sociales. Para que su integración proceda deberán iniciar un proceso de disolución sin menoscabo de su participación en todo el proceso de organización y elaboración de la línea política general y las normas estatutarias”. Y más adelante se dice: “La incorporación a la nueva fuerza política será a título personal. La militancia es libre e individual. Estamos de acuerdo. Es indispensable la más amplia discusión en el terreno de la democracia. En ese sentido, consideramos que todos los miembros de la ONP deben tener el derecho a formar corrientes políticas de opinión dentro de la OPN, si así lo consideran necesario.

Hay quienes ven con preocupación a las corrientes de opinión, pues venla experiencia del PRD. Se atribuye a la existencia de corrientes de ese partido, la crisis de descomposición por la que atraviesa.

Sin embargo, la crisis del PRD no deriva de problemas organizativos en sí. El origen de su crisis reside en sus objetivos y en su naturaleza política y de clase. ¿Acaso el PRD se fija como meta: “sacar al gobierno y el poder a los neoliberales, a la oligarquía mexicana y sus socios imperialistas, causantes de la violencia, el desempleo, la pobreza, la antidemocracia y la destrucción de la soberanía nacional”? lo que alimenta y refuerza el oportunismo y la corrupción en ese organismo es su subordinación e integración a las instituciones y a las políticas destructivas y entreguistas del régimen del PRI y el PAN, así como su falta de democracia interna.

En nuestro caso, como OPN, para alcanzar los objetivos políticos que nos proponemos, ¿no es necesario el más amplio y permanente diálogo interno, aceptando la existencia en su caso de corrientes de opinión y estableciendo, a la vez, los límites de dichas corrientes?

Para fundamentar esa propuesta, es necesario tomar en cuenta que la lucha de clases en los niveles nacional e internacional, nos presenta un sinnúmero de problemas ante los cuales hay la necesidad de una amplia discusión entre nosotros.

Proponemos, entonces, que establezcamos entre todos los componentes de la OPN, la más amplia libertad de discusión, el más fraternal diálogo político cualesquiera que sean los desacuerdos políticos en el marco de la organización que se constituye en total independencia del gobierno y los partidos institucionales y del imperialismo.

Proponemos que las corrientes que eventualmente se formen, tengan el derecho y la obligación de buscar, en cada etapa, en cada dificultad, apoyarse en los que nos une para superar aquello en que tengamos desacuerdos.









Organización socialista de trabajadores, editora del periódico El trabajo.
Ciudad de México, 6 de marzo de 2011.


6 de marzo de 2011

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