martes, 8 de marzo de 2011

Contribución a la discusión de la ORGANIZACIÓN POLITICA NACIONAL (OPN) DE LA CLASE TRABAJADORA Y EL PUEBLO.

1. El llamado del secretario general del Sindicato Mexicano de Electricistas a formar una asociación política nacional de trabajadores, es un salto en la lucha del movimiento obrero y del pueblo mexicano.

Con ese llamado, se abre la puerta para que la clase trabajadora de la ciudad y el campo tenga una representación política, en momentos en que la unidad y la soberanía de la nación y los derechos y condiciones de vida del pueblo trabajador, son atacados y destruidos por el gobierno ilegitimo de Calderón.

2. El país vive una situación sin precedente, una situación de urgencia. El imperialismo busca que los trabajadores y los pueblos del continente y del mundo, paguen las consecuencias de la crisis del capital que desde el periodo 2008-2009 ha dado un salto cualitativo.

En nuestro país, la “guerra del narcotráfico” del gobierno de Calderón (en el marco del Plan Mérida y del ASPAN), dirigida por el imperialismo estadunidense, multiplica la violencia y el caos.

34 mil muertos en cuatro años y medio. De 400 a 800 municipios controlados por el narcotráfico. Importantes ciudades como Juárez y Monterrey, viven en la zozobra. Jóvenes y mujeres están en la mira de las bandas. El negocio de la droga alimenta a los traficantes de armas, a la banca extranjera y a las mafias y oligarcas nativos.

La política de privatizaciones, desregulación y tratados de "libre comercio" (sobre todo el TLCAN), aplicada por los gobiernos priistas desde de la Madrid y Salinas, destruye sectores de la industria, desmantela al campo, multiplica el desempleo y la migración hacia EU, amplía el espacio para la economía de la droga.

Junto con la guerra del narcotráfico, el régimen del PRI-PAN emprende la "guerra" contra los derechos y condiciones de vida y trabajo de la clase obrera, y entrega las empresas y recursos de la nación al capital imperialista.

Con justa razón el "documento base" presentado a quienes participamos en la creación de la OPN, dice: "la lucha que emprendemos al formar una fuerza política de clase es con el objetivo de ayudar al pueblo mexicano a echar del gobierno y el poder político a la oligarquía, sus partidos y sus "socios" imperialistas que saquean nuestro territorio y explotan a nuestro pueblo".

3. La OPN que estamos construyendo, debe tener como perspectiva política ayudar al pueblo mexicano a "echar del gobierno y el poder político a la oligarquía, sus partidos y sus socios imperialistas".

La orientación que nos trazamos en la OPN plantea una pregunta: ¿Qué perspectiva política ofrecemos a la clase trabajadora y al pueblo?


Los documentos que se han elaborado, abordan  elementos de respuesta, pero nos parece necesario condensarlos en la perspectiva de luchar por el Congreso nacional constituyente soberano.

La soberanía, como todos sabemos y aceptamos, radica en el pueblo. La mayoría debe decidir. Necesitamos un Congreso nacional constituyente soberano para crear instituciones democráticas cuya forma y contenido sean decididos por el pueblo.

Como dice el "documento base", en el marco de los "mecanismos institucionales", no es posible resolver las demandas sociales.

11 magistrados dan "validez" al decreto del gobierno que pone en la calle a 44 mil electricistas y niega el contrato colectivo de trabajo.

El poder ejecutivo tiene derecho de veto y gobierna mediante decretos. El poder ejecutivo firma el TLCAN como un tratado por encima de las leyes y normas nacionales, que entrega el país al capital imperialista.

Las cámaras legislativas con el concurso de todos los partidos, aceptan las contrarreformas de 2008 en materia petrolera, contra el sentir de la inmensa mayoría de la población.

Todos los partidos registrados giran en torno a las mismas políticas. Como nación y como clase trabajadora, nos enfrentamos a un gobierno proimperialista y a instituciones de gobierno antidemocráticas.

Como dice el documento base” que estamos discutiendo, “las direcciones políticas (…) agrupadas en el PRD, PT y Convergencia, han permanecido en el ámbito puramente electoral (…). Su lejanía de las luchas del pueblo es mayúscula (…). Han tendido a convertirse en comparsas del régimen oligárquico, olvidándose del pueblo, de sus necesidades y penurias”. Estos partidos aceptan la existencia del régimen entreguista.

Si, desde la Organización Política Nacional, "fuerza política partidaria radicalmente diferente a los partidos institucionales", debemos ofrecer como perspectiva, desde ahora, la lucha por la democracia política, el respeto a la soberanía del pueblo y a la soberanía de la nación, la lucha por un Congreso nacional constituyente y soberano, y un gobierno responsable ante ese congreso.

“La concreción de un Nuevo Constituyente –dice la convocatoria al congreso social , deberá ser el punto de llegada de un profundo y extenso proceso de organización y movilización (…)”.

Para dar toda la dimensión política y democrática a ese “proceso de organización y movilización”, nuestra OPN debe enarbolar desde ahora la bandera de “un congreso constituyente para…”.

Un Congreso constituyente para restaurar plenamente la soberanía nacional abrogando los tratados de "libre comercio", en primer lugar el TLCAN y los planes de sujeción policiaca al imperio como, el Plan Mérida-ASPAN.

Un congreso constituyente para anular la deuda pública que el pueblo ni contrata ni disfruta, pero que paga con creces

Un congreso nacional constituyente para renacionalizar las empresas fundamentales del país (bancos, electricidad, ferrocarriles, minas, petróleo,...).

Un Congreso nacional constituyente soberano para elaborar una nueva constitución acorde con los intereses del campesinado, de la clase trabajadora, de la juventud, de los jubilados y de todos los sectores oprimidos, que mantenga los derechos sociales logrados por la revolución de 1910.

Esta lucha nos permitirá enraizarnos en las luchas de nuestro pueblo, y al mismo tiempo, ayudaremos a la clase trabajadora a organizarse y a mostrarse como la única clase social capaz de defender consecuentemente a la nación y a los derechos del pueblo trabajador.

4. Construir la OPN exige además de una perspectiva política de poder, una política de ayuda cotidiana a los trabajadores y al pueblo en la lucha por sus demandas inmediatas y urgentes.

La política contra la nación que desarrolla el régimen lleva a una brutal explotación y opresión de la fuerza de trabajo.

En el terreno de los salarios, según informe de la OIT, “la participación de los salarios en el ingreso total se desplomó 9.6 puntos porcentuales en términos reales (…), al pasar de 39.5 por ciento entre 1980 y 1985, a 29.9 por ciento en el lapso 2004-2007”.

En el gobierno de Calderón, la política de aumentos permanentes de los precios de los energéticos y de manos libres a los especuladores, refuerza esa tendencia.

Además, pende sobre la población la amenaza de una nueva crisis mundial de alimentos que tendrá un fuerte impacto en el país.

La guerra contra los trabajadores y el pueblo se concentra en este momento, en el intento de imponer la contrarreforma laboral.

Con esa reforma, el régimen quiere destruir el derecho a la contratación colectiva y a la asociación sindical, quiere la desregulación total de las relaciones laborales para imponer un salvaje aumento de la explotación de la clase trabajadora y una mayor miseria de la población.

¡Concordamos con el compañero Martín Esparza que en el mitin del sábado 19 de febrero, llamó a rechazar las iniciativas de contrarreforma laboral que han presentado los partidos PRI, PAN y PRD con el apoyo de los demás partidos institucionales!

¡Es urgente que la OPN que estamos forjando, luche por la unidad de los trabajadores y sus organizaciones!

¡Es urgente que luchemos por la unidad levantando las demandas unitarias de: retiro de la contrarreforma laboral, y la solución a las demandas más urgentes: reinstalación de los despedidos, en primer lugar, de los trabajadores electricistas, aumento salarial de urgencia, abrogación de la contrarreforma de la ley general de educación que promueve la privatización de la escuela pública y la intervención del clero y los patrones en el sistema público!

Sí, luchemos porque los movimientos de los trabajadores y del pueblo unifiquen su acción en la solución de sus demandas concretas, tomará cuerpo la perspectiva de poder, la construcción de un Congreso nacional constituyente soberana, y un gobierno responsable ante ese congreso.





Organización socialista de trabajadores, editora del periódico El trabajo.
Ciudad de México, 6 de marzo de 2011.

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