¡Que vuelvan los aviones y buques españoles!
El Presidente del Gobierno compromete la participación española en la intervención militar contra Libia: “he solicitado al Congreso de los Diputados la autorización prevista para el papel que han de jugar nuestras Fuerzas Armadas en esta operación”. Y sin esperar “he dispuesto la participación de medios navales y aéreos de nuestras Fuerzas Armadas en el dispositivo que se ponga en marcha para asegurar el cumplimiento efectivo de la Resolución de Naciones Unidas, y he autorizado el uso de las bases españolas por las Fuerzas Armadas de Estados Unidos de América”.Zapatero hace poco sacó el ejército para romper el convenio de los controladores aéreos, preparando la actual reforma de la negociación colectiva. Ahora, renegando de haber traído las tropas de Iraq, emprende una nueva agresión, al mando de los Estados Unidos. Gadafi es sólo el pretexto, como antes lo fue Sadam.
Es deber de todas las organizaciones levantadas por los trabajadores, de todos los partidarios del derecho de autodeterminación de los pueblos, pronunciarse contra este atropello de las potencias imperialistas que nada tiene que ver con la defensa del pueblo libio,
sino con los planes imperialistas para impedir que la revolución obrera iniciada en Túnez y Egipto se extienda. Hay que movilizar todas las fuerzas para detener esa intervención.
Mientras patrocina el ataque al pueblo libio, el Consejo de Seguridad de la ONU deja pasar la sangrienta ocupación de Bahréin por fuerzas de Arabia Saudí, aplastando el levantamiento popular, y las matanzas de la dictadura del Yemen.
El Consejo de Seguridad, que desde hace 54 años ampara el genocidio del pueblo palestino, que bendice la destrucción de Iraq y Afganistán por las fuerzas norteamericanas y aliadas, da ahora luz verde para que los Estados Unidos la UE y demás comparsas hagan lo mismo en Libia. El Consejo de Seguridad, cueva de bandidos, ha esperado a que la masacre ya esté garantizada y el país partido para intervenir garantizando el control de los pozos petroleros por las multinacionales. Aprovechan la crisis del brutal régimen de Gadafi, hasta ahora agente imperialista, para intervenir amenazando a las revoluciones de Túnez y de Egipto, a los trabajadores y pueblos de la región. Y también para lanzar una advertencia a los trabajadores que en Europa y en el mundo ofrecen resistencia al desmantelamiento social.
Las potencias que han armado y sostenido a Gadafi, Ben Alí y Mubarak, se coligan ahora con las sanguinarias monarquías petroleras, diciendo que defienden al pueblo libio. Ningún trabajador consciente se dejará engañar por la piel de cordero “humanitaria” de esa santa alianza dispuesta a desintegrar Libia en beneficio de las multinacionales.
Con los trabajadores norteamericanos decimos: ¡sangre por petróleo, no! ¡Guerra no! Presupuestos para crear empleo y para las pensiones, no para la guerra.
Enviemos mensajes a los grupos parlamentarios, en particular de izquierda, exigiendo que el martes voten NO.
¡Ni en nuestro nombre ni con el dinero de nuestras pensiones!
Exijamos desde nuestras organizaciones, desde los centros de trabajo, de estudio, los barrios, al Gobierno el regreso inmediato de los barcos y aviones de guerra.
¡Alto a la intervención imperialista contra el pueblo libio!
¡Que vuelvan los aviones y buques españoles!
http://www.informacionobrera.org
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